¿Sabías que en el cuerpo humano de la mujer existen distintos tipos de microbiotas o floras? Seguro que habrás oído hablar de la microbiota intestinal o flora intestinal, de sus cuidados y del papel protagonista que tiene para nuestra salud y nuestro sistema inmunitario. Sin embargo, pocas veces mencionamos o no damos el valor que se merece a la microbiota vaginal, también conocida como flora vaginal.
En este artículo te vamos a contar todo lo que tienes que saber sobre la flora vaginal o microbiota vaginal. Intentaremos dar respuesta a estas preguntas: ¿Qué es la microbiota vaginal? ¿Cómo cuidar la microbiota vaginal? ¿Qué altera la flora vaginal? ¿Cómo recuperar la flora vaginal? Y, además, contarte los beneficios de los probióticos para tu microbiota vaginal.
Si te interesa conocer todas estas respuestas presta atención que ¡comenzamos!
¿Qué es la flora vaginal o microbiota vaginal?
La vagina está compuesta de una microbiota similar a la intestinal, poblada por bacterias amigas que nos protegen de infecciones. Pero ¿realmente sabes qué es la microbiota vaginal?
La microbiota vaginal, conocida también con el nombre de flora de Döderlein, se describió por primera vez en 1894. Se trata de un ecosistema bastante complejo que está en equilibrio dinámico y cuya composición es muy variable de una persona a otra.
La microbiota vaginal es un ecosistema constituido por microorganismos en el que predomina el género Lactobacillus. Su equilibrio es frágil y los cambios en su composición ocasionan infecciones.
La microbiota vaginal se compone de quince especies distintas de bacterias, aunque las más importantes y frecuentes son los Lactobacillus (un 90 % de bacterias son lactobacilos) y, en concreto, las siguientes variedades: lactobacillus crispatus, lactobacillus brevis y lactobacillus gasseri que colonizan la vagina en la pubertad.
Flora vaginal y PH por edades
La composición de la microbiota vaginal o flora vaginal cambia notablemente con la edad, dependiendo de las variaciones en los niveles de estrógeno que se producen durante la vida de las mujeres.
- Microbiota vaginal en niñas y antes de la menstruación
Se crea la flora vaginal. Los estrógenos engruesan la mucosa de la vagina y permiten la fabricación de glucógeno. Los lactobacilos del recto son atraídos y colonizan este nuevo medio favorable.
- Microbiota vaginal en la adolescencia
Cuando aparece la menstruación se estimula el surgimiento de nuevas bacterias en la vagina, lo que provoca importantes cambios en la flora vaginal de la mujer. El pH alcalino de la sangre hace aumentar el pH vaginal y los lactobacilos disminuyen y dejan más lugar a otros agentes patógenos.
- La microbiota vaginal en embarazadas
La mujer embarazada produce más hormonas (HCG, estrógenos, progesterona, oxitocina, etc.), que dan lugar a un aumento de los lactobacilos. El PH de la vagina cambia por la acción de mecanismos bioquímicos que pueden inducir el desequilibrio en la flora vaginal.
- La flora vaginal en la menopausia
Se produce una disminución progresiva de los estrógenos que conlleva una reducción de los lactobacilos presentes en la flora vaginal.
En el 55 a 70 % de las mujeres*, la menopausia se acompaña de sequedad vaginal.
¿Cuál es la función de la flora vaginal?
La mucosa vaginal está poblada de lactobacilos beneficiosos que la protegen frente a infecciones bacterianas y/o fúngicas, que forman la microbiota vaginal. Se podría decir que, la salud vaginal está íntimamente relacionada con el equilibrio de su microbiota.
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Entre las funciones de la flora vaginal o microbiota podemos destacar:
- Forman una capa protectora: Los lactobacilos se adhieren a la mucosa vaginal de una manera muy específica. Es precisamente esta asociación entre los lactobacilos y el epitelio vaginal la que acaba generando una biopelícula que protege a la mucosa frente la colonización por microorganismos indeseados.
- Producen ácido láctico: La vagina tiene un pH aproximadamente de 4, lo que indica que es una cavidad con un ambiente ácido. Este ambiente ácido genera las condiciones adecuadas para que se inhiba el crecimiento de otros agentes patógenos.
- Producen compuestos antimicrobianos: Los lactobacilos también tienen la capacidad de producir agua oxigenada, la cual es conocida por tener un efecto bactericida. También generan una multitud de bacteriocinas: péptidos con actividad antimicrobiana con la propiedad de destruir otras células.
- Se coagregan con otros patógenos: Los lactobacilos que conforman la microbiota también tienen capacidades agregantes. “Envuelven” a potenciales patógenos generando un efecto microbicida.
- Estimulan el sistema inmune: Una microbiota sana y equilibrada contribuye a reforzar el sistema inmune de la mujer.
¿Qué puede alterar la microbiota vaginal?
En todas las etapas de la vida de la mujer tanto durante el periodo fértil como en la menopausia, la microbiota vaginal puede sufrir cambios fisiológicos que conducen a la pérdida de su equilibrio (disbiosis).
Entre los factores más importantes que pueden ocasionar un desequilibrio en la microbiota vaginal destacamos:
- La edad. Como hemos visto, la edad es un factor muy importante en los cambios que se producen en la microbiota de la mujer. A medida que una mujer se acerca a la menopausia su microbioma vaginal se debilita.
- La fase del ciclo menstrual en la que se encuentre la mujer. Por ejemplo, durante la menstruación, la concentración de bacterias de la flora vaginal disminuye, lo que hace que las infecciones sean más frecuentes en estos periodos.
- La actividad sexual.
- El uso de métodos anticonceptivos.
- Mala higiene personal.
- El consumo de antibióticos. Dado que la función de los antibióticos es acabar con las bacterias, también perjudica a las que forman parte de la flora vaginal, y se trata de uno de los factores más determinantes en su deterioro.
- Una mala dieta. Por ejemplo, el exceso de estos nutrientes favorece el crecimiento de bacterias patógenas en el tracto intestinal y urinario.
- El tipo de vestimenta. La ropa ajustada o que no transpiran bien, como el nylon o la seda, pueden causar irritación en el área vaginal.
Todos estos factores pueden provocar desequilibrio de la microbiota vaginal.
Además, tenemos que tener en cuenta que las bacterias del intestino migran a la vagina, por ello es muy importante tener una adecuada microbiota intestinal para mantener así el equilibrio en la microbiota vaginal.
Un buen equilibrio en la microbiota intestinal requiere de hábitos saludables: evitar el estrés, seguir una dieta saludable que evite el abuso de alimentos procesados y azúcares refinados, etc.
Cómo equilibrar la flora vaginal: beneficios de los probióticos
Cada vez existen más estudios científicos que tratan la relación entre la microbiota vaginal y los probióticos. Aunque el uso de probióticos como medio para recuperar la microbiota se estudia y se aplica desde hace décadas, no es hasta hace unos años cuando realmente se han conocido beneficios y se ha extendido su aplicación.
Los probióticos no solo son útiles cuando la microbiota vaginal está alterada y, por ejemplo, hay una infección, o estas se repiten con mucha frecuencia. También pueden utilizarse como herramienta para prevenir que esto ocurra.
Las infecciones vaginales se caracterizan por una disminución de lactobacilos, que se asocia con un crecimiento excesivo de patógenos o bacterias vaginales «malas». La ingesta oral de probióticos con lactobacilos produce un aumento significativo de la colonización vaginal de lactobacilos vía migración desde el tracto gastrointestinal a la vagina ayudando a recuperar nuevamente el equilibrio de la microbiota vaginal.
Existen probióticos vaginales están formados por una o más cepas concretas de Lactobacillus, microorganismos vivos que se han aislado de la vagina. Este tipo de probióticos tienen las funciones:
- Equilibrar la microbiota vaginal.
- Prevenir infecciones vaginales recurrentes.
- Evitar la proliferación de microorganismos patógenos.
- Favorecer el mantenimiento de la mucosa vaginal y el funcionamiento normal del sistema inmunitario.
La flora vaginal formada por estos Lactobacillus se conoce también como flora bacilar.
Según el Consenso sobre el uso de los Probióticos en Ginecología de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMPYP), los probióticos:
- Mejoran las tasas de curación de las enfermedades vaginales
- Disminuyen las recurrencias de la vaginosis bacteriana (BV)
- Disminuyen las recurrencias de infecciones del tracto urinario
- Mejoran las tasas de curación de la vulvovaginitis candidiásica (VVC)
Cómo recuperar y cuidar la flora vaginal
Los probióticos ayudan a reforzar y recuperar la microbiota vaginal. Una flora vaginal sana impide la proliferación de determinadas bacterias vaginales que son las que ocasionan infecciones vaginales o desequilibrios en la microbiota.
Giniwa es un complemento probiótico a base de Lactobacilos, Propóleo, Hibisco y Vitamina A. Un protector íntimo para mujeres que contribuyen a reforzar y mantener la microbiota vaginal.
Por ejemplo, nuestro probiótico oral Giniwa contribuye al mantenimiento de las membranas mucosas en condiciones normales, incluida la mucosa vaginal, y al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
GINIWA es un probiótico 100% natural que ayuda a restaurar y mantener la microbiota vaginal en equilibrio. Con una composición totalmente innovadora, combina la eficacia de 3 cepas de lactobacilos (Lb plantarum, Lb acidophilus y Lb crispatus) junto con propóleo, hibisco y vitamina A que refuerzan los niveles de bacterias protectoras.
Además, su acción antimicrobiana actúa frente a microorganismos patógenos causantes de infecciones bacterianas y fúngicas. En definitiva, favorece el bienestar y la salud íntima de la mujer, pudiéndose utilizar tanto en la prevención de infecciones de vagina como en sus periodos de recurrencia.
Conclusiones
La flora vaginal es una flora frágil, mayoritariamente compuesta por lactobacilos (bacterias lácticas) que sirven para proteger a la mujer ante las infecciones de vagina.
Esta microbiota o flora está compuesta, en su mayor, parte por «bacterias buenas» llamadas Lactobacilos. Los lactobacilos tienen funciones muy específicas. Estimulan el sistema inmunitario local y forman biopelículas que crean auténticos escudos protectores en la pared de la vagina.
Los probióticos ayudan a equilibrar la flora vaginal. El consumo de probióticos ayuda a tener una microbiota sana y equilibrada y, por lo tanto, ayuda a prevenir y eliminar infecciones de vagina.
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